El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado la imposición de nuevos aranceles del 30 por ciento a todos los productos de origen mexicano, decisión que entrará en vigor a partir del próximo 1º de agosto. La medida, comunicada a través de una carta enviada a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fue publicada en la red social del mandatario, Truth Social.
En el mensaje, Trump justificó la acción con dos argumentos principales: la presunta inacción del gobierno mexicano frente al tráfico de drogas y el creciente déficit comercial entre ambas naciones, al que calificó como “una amenaza a la seguridad nacional” de su país.
“Lo que México ha hecho no es suficiente. México aún no ha detenido a los cárteles que intentan convertir toda América del Norte en un parque de tráfico de narcóticos. Obviamente, ¡no puedo permitir que eso suceda!”, escribió el mandatario.
La nueva tarifa se suma a las ya existentes bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que desde el inicio del mandato de Trump en 2025 ya había impuesto aranceles del 25 por ciento a productos mexicanos, supuestamente en respuesta a la migración y al tráfico de fentanilo.
Trump lanza otra escalada económica contra México: 30% de aranceles a partir de agosto y amenaza al gobierno de Sheimbaum con más aranceles si decide aumentar impuestos a productos de EE.UU.
— Jesús García 🐦 (@JesusGar) July 12, 2025
👉🏽 Aunque Trump habla del fentanilo, su carta concluye con el déficit económico y ataca… pic.twitter.com/OvXzE0amXB
Aranceles adicionales y cumplimiento del T-MEC
Además de los nuevos aranceles generales, Estados Unidos mantiene tarifas sectoriales más elevadas: 50 por ciento para el acero, 25 por ciento para el aluminio y hasta 25 por ciento para automóviles que no cumplan con las reglas de origen del T-MEC. Según cifras recientes, aunque el 83 por ciento de las importaciones mexicanas no paga aranceles, apenas el 47 por ciento de esas mercancías cumple con las reglas del tratado.
La nueva imposición fiscal no excluye la posibilidad de que se apliquen aranceles aún más altos a productos que se considere intentan evadir la medida, advirtió Trump. También dejó abierta la ambigüedad sobre si los aranceles del 30 por ciento sustituirán a los existentes por tráfico de drogas y migración, o si se sumarán a ellos.
El mandatario advirtió que cualquier respuesta de México en forma de aranceles recíprocos será respondida con incrementos proporcionales. No obstante, dejó abierta la puerta para que empresas estadounidenses que fabriquen productos en México eviten el pago de aranceles, como parte de un incentivo para mantener las inversiones.
Trump también reiteró que la lucha contra el fentanilo es un factor central de su política comercial hacia México, aunque reconoció indirectamente el papel de China como proveedor de precursores químicos de esta droga. Aun así, culpó a los cárteles mexicanos de su proliferación en el continente.
Este anuncio también se da después de varios aplazamientos: Trump había postergado la entrada en vigor de los aranceles originales tras conversaciones con Sheinbaum, primero en febrero, luego en marzo y finalmente en abril.
Hasta el momento, solo algunos bienes quedarán exentos de la nueva política arancelaria: productos bajo trato preferencial del T-MEC, donaciones humanitarias (alimentos, ropa, medicamentos), materiales informativos y envíos menores a 800 dólares.