En un discurso calificado como “la hora de la verdad”, el primer ministro francés François Bayrou presentó este martes un ambicioso y polémico plan de ajuste fiscal por 43.800 millones de euros para el año 2026, con el objetivo de contener el creciente déficit público y financiar un aumento significativo en el gasto militar.
La propuesta, lanzada ante el Gobierno y los líderes parlamentarios, contempla medidas como la congelación de pensiones, la reducción del empleo público, y severos recortes en el gasto social y sanitario. Todo ello, en un contexto de urgencia fiscal, tras cerrarse 2024 con un déficit público del 5.8% del PIB y una deuda del 114% en marzo de este año.
“Cada segundo, la deuda de Francia aumenta en 5.000 euros. Nos hemos vuelto adictos al gasto público”, lamentó Bayrou, de 74 años.
Ajustes y nuevas cargas
Además del recorte al gasto, el plan incluye mecanismos para aumentar los ingresos del Estado. Entre ellos, una “contribución de solidaridad” dirigida a las personas con mayores ingresos, y una ofensiva renovada contra el fraude fiscal y la evasión.
En una propuesta que ya ha generado fuertes reacciones sociales, Bayrou sugirió incluso la eliminación de dos días festivos nacionales, argumentando que “Francia no produce lo suficiente” y que es necesario aumentar la productividad para salir del atolladero económico.
La meta del Ejecutivo es ambiciosa: reducir el déficit al 5.4% del PIB en 2025, al 4.6% en 2026, y alcanzar el límite europeo del 3% antes de 2029, en línea con los compromisos de estabilidad presupuestaria de la Unión Europea.
🇫🇷 | LO ÚLTIMO — Francia anuncia congelación de pensiones, recortes en gasto social y sanitario, reducción de empleo público y eliminación de días festivos para frenar la deuda pública. pic.twitter.com/ZFUg99tgo1
— UHN Plus (@UHN_Plus) July 15, 2025
El plan fiscal enfrenta un escenario político complicado. El Gobierno de Bayrou no cuenta con mayoría parlamentaria y los partidos de oposición ya han amenazado con bloquear el presupuesto de 2026, lo que podría llevar a una crisis de gobernabilidad similar a la que forzó la salida de su antecesor, Michel Barnier, en diciembre pasado.
“Todo el mundo deberá participar en el esfuerzo frente a la magnitud del desafío. Es ilusorio pensar que una sola categoría puede cargar con el peso”, afirmó Bayrou, apelando a un sacrificio colectivo.
La oposición de izquierda y varios sindicatos han calificado las propuestas como “antisociales” y “regresivas”, anticipando protestas callejeras y una posible parálisis política en los próximos meses.