El presidente estadounidense Donald Trump anunció la suspensión temporal de los aranceles del 25% a productos mexicanos amparados bajo el T-MEC hasta el próximo 2 de abril, decisión que tomó después de mantener una conversación telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
“Después de hablar con Claudia Sheinbaum, he acordado que México no estará obligado a pagar aranceles sobre nada que exporte a los Estados Unidos bajo el acuerdo T-MEC”, declaró Trump, destacando que esta medida representa “una muestra de respeto” hacia la mandataria mexicana.
El presidente estadounidense subrayó la buena relación bilateral y el trabajo conjunto en temas fronterizos: “Estamos trabajando arduamente, juntos, en ambos lados de la frontera, tanto con los Estados Unidos como con México, para detener a los migrantes ilegales y al fentanilo”.
Muchas gracias al presidente Donald Trump. Tuvimos una excelente y respetuosa llamada en la que coincidimos en que nuestro trabajo y colaboración han dado resultados sin precedentes, en el marco de respeto a nuestras soberanías. Continuaremos trabajando juntos, particularmente en… pic.twitter.com/JzD9jkm8tz
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) March 6, 2025
Esta prórroga brinda un respiro principalmente a la industria automotriz, beneficiando a plantas como Volkswagen y Audi ubicadas en Puebla, aunque el sector de autopartes continúa afectado por la imposición del 25% de arancel. Los principales estados productores y exportadores que enfrentarían mayores impactos incluyen Puebla, Aguascalientes, Guanajuato, Nuevo León, San Luis Potosí, Coahuila y Jalisco.
La Casa Blanca, a través de su secretaria de prensa Karoline Leavitt, confirmó que esta exención de un mes para vehículos bajo el T-MEC se otorgó “a solicitud de las empresas asociadas” para evitar que “sufran una desventaja económica”.
Adicionalmente, la administración Trump evalúa posibles exenciones para ciertos insumos agrícolas. La Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, mencionó que “todo está sobre la mesa” y expresó su “esperanza” de que se pueda brindar alivio al sector agrícola, especialmente para productos como potasa y fertilizantes.
Estas medidas se producen apenas un día después de que Trump impusiera aranceles del 25% a las importaciones procedentes de México y Canadá, los principales socios comerciales de Estados Unidos, como parte de su estrategia para incrementar ingresos y promover el retorno de la fabricación a territorio estadounidense.