En un contexto de creciente conflictividad territorial y ambiental, la Asamblea Nacional por el Agua, la Vida y el Territorio ha convocado a su sexta edición, a celebrarse los días 18 y 19 de octubre de 2025 en el heroico pueblo de Loma de Bácum, comunidad de la Nación Yaqui en Sonora. Esta convocatoria se inscribe en una lucha que articula a pueblos originarios, comunidades campesinas y organizaciones sociales de todo el país contra lo que denominan una “guerra del capital” por los bienes comunes, particularmente el agua.
Desde su fundación en 2022, la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida ha sido un espacio autónomo, antipartidista y anticapitalista para el encuentro y fortalecimiento de resistencias locales frente a megaproyectos, extractivismo y reconfiguraciones territoriales impulsadas tanto por el capital privado como por el Estado. Inspirada por los principios del zapatismo, esta red ha sostenido cinco asambleas previas en distintas geografías de lucha como Puebla, Querétaro, Tlaxcala, la Ciudad de México y más recientemente, en la Casa de los Pueblos “Samir Flores Soberanes”.

La sexta Asamblea no es solo una reunión política, es también una reafirmación de la memoria, de la resistencia histórica del pueblo yaqui y de la urgencia de frenar la avanzada neoliberal que —según denuncian— ha sido profundizada bajo el gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación. En la convocatoria, la Asamblea señala que “el agua para el mal gobierno es una mercancía”, acusando al Plan Hídrico Nacional de ser un instrumento para despojar a comunidades indígenas y sectores populares, con el fin de beneficiar a empresas como FEMSA, Grupo México, Nestlé o Iberdrola.
Además, la Asamblea denuncia una “política de castigo y represión” contra defensoras del territorio, ejemplificada en los casos de Estela Hernández en Querétaro, Hortensia Telésforo en Xochimilco, y las más de 200 órdenes de aprehensión contra habitantes de Eloxochitlán de Flores Magón, Oaxaca, incluidos procesos abiertos contra mujeres indígenas como Eusebia y Olga Maribel.
La elección de Loma de Bácum como sede no es casual. Esta comunidad yaqui es emblema de la resistencia territorial tras haber expulsado en 2016 a las fuerzas militares y frenado un gasoducto de la empresa IENOVA (filial de Sempra Energy). Hoy, su memoria combativa y el noveno aniversario de esa victoria alimentan la organización de esta nueva Asamblea, que también convoca a participar en las conmemoraciones del 20 y 21 de octubre.

En palabras de los convocantes: “Los pueblos existimos porque nos organizamos y luchamos. Tenemos la fuerza y la razón en colectivo. Solo en común, organizados y juntos podremos derrotar al sistema capitalista”.
El programa de actividades contempla mesas de trabajo, ceremonias tradicionales, plenarias, y un espacio para acuerdos colectivos. Como ha sido costumbre, se espera la asistencia de delegaciones de todo el país, quienes deberán respetar las normas de convivencia establecidas por la comunidad anfitriona.
Esta Asamblea no será simplemente un espacio deliberativo, sino un acto de afirmación política y espiritual: un momento para compartir saberes ancestrales, para tejer alianzas entre resistencias dispersas y para decir con fuerza que el agua no se vende, se ama y se defiende.
Los interesados en asistir podrán registrarse en el siguiente formulario: https://forms.gle/QCKHxFEUGRK491KVA
