María Luisa Albores González, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), informó sobre los avances en el Plan de Remediación Integral para atender los daños ambientales provocados por el derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y Bacanuchi en 2014.
Durante la conferencia matutina del pasado viernes, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Albores detalló que las afectaciones persisten en ocho municipios de Sonora y que la empresa responsable, Grupo México, no ha cumplido con sus obligaciones ambientales.
El derrame, resultado de lo que la Semarnat considera un acto de negligencia, ha causado graves impactos en el agua, suelo y biota de la región. A pesar de la magnitud del desastre, el fideicomiso creado en 2017 para la atención de los afectados fue extinguido antes de cumplir su propósito, dejando gran parte de los 2 mil millones de pesos sin ejercer.
En 2020, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que las medidas de reparación y compensación implementadas violaron el derecho a la información y consulta de las comunidades afectadas, lo que llevó a la Semarnat a replantear su estrategia.
#COMUNICADO | El desastre ambiental del #RíoSonora dejó huellas profundas en las comunidades. Hoy, el @GobiernoMX reafirma su compromiso de atender a los afectados por el derrame de sulfato de cobre de 2014.
— SEMARNAT México (@SEMARNAT_mx) August 9, 2024
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El nuevo plan de remediación, consensuado con las comunidades locales, incluye la rehabilitación de seis plantas potabilizadoras fijas, que ya están operativas, y la construcción de cuatro plantas adicionales en los municipios de Huépac, Aconchi, Baviácora y Arizpe. Estas acciones forman parte del Plan Integral de Atención a Cananea y Programas para el Bienestar, que busca asegurar un entorno saludable para los habitantes de la región.
Albores enfatizó que, además de las plantas potabilizadoras, el plan aborda la medición y tratamiento del acuífero, la fitorremediación de suelos contaminados, y el monitoreo de la contaminación atmosférica.
La SEMARNAT reafirmó su compromiso de trabajar en estrecha colaboración con las comunidades afectadas para restaurar un espacio de vida seguro y saludable, enfrentando las secuelas de un desastre que, según la dependencia, fue producto de un diseño hidrológico defectuoso en el complejo minero.