El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, integrante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aseguró que la reforma judicial promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y aprobada por el Congreso bajo la mayoría de Morena fue concebida con “mala fe”.
Según el ministro, los cambios no buscan fortalecer al Poder Judicial, sino imponer intereses externos que podrían comprometer la estabilidad legal del país. Durante su participación, el 14 de noviembre, en el evento “El papel del Poder Judicial en la democracia de México”, organizado por la Escuela de Derecho de la Universidad de Harvard, Gutiérrez Ortiz Mena criticó los objetivos de la reforma.
“No encuentro ningún mérito valioso en esta reforma; su propósito es distinto al de mejorar el Poder Judicial”, afirmó frente a académicos y estudiantes.
Politización y pérdida de independencia judicial
El ministro destacó que uno de los principales riesgos de la reforma es la elección de jueces y magistrados mediante el voto popular, un mecanismo que, a su juicio, los someterá a presiones políticas y los alejará de la interpretación constitucional.
“Las elecciones dan legitimidad democrática, pero obligan a los jueces y magistrados a respetar las opiniones políticas y la opinión popular. Eso es muy peligroso”, advirtió.
También señaló que estas presiones podrían derivar en decisiones judiciales impredecibles, erosionando la confianza en el sistema legal y generando incertidumbre tanto para los ciudadanos como para los inversionistas. Además, alertó sobre un sesgo a favor de grandes corporativos con influencia política. Según el ministro, las empresas pequeñas y los inversionistas extranjeros estarán en desventaja frente a grupos económicos poderosos que cuenten con conexiones en el gobierno.
“Tendrán que acudir a los tribunales que están controlados por los poderes políticos del gobierno”, apuntó.
Fallida invalidación parcial de la reforma
Gutiérrez Ortiz Mena calificó como “decepcionante” el hecho de que no se alcanzaran los votos necesarios en la Suprema Corte para invalidar parcialmente la reforma judicial. Mencionó que la propuesta presentada por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá para resolver cinco acciones de inconstitucionalidad quedó lejos del consenso requerido.
“Esperaba los ocho votos”, lamentó durante su intervención.
Aunque no hizo mención directa a nombres, las críticas de Gutiérrez Ortiz Mena sobre el impacto de la reforma evocaron casos como el del empresario Carlos Slim, señalado por académicos internacionales por beneficiarse de un sistema económico estrechamente vinculado al poder político. Sin embargo, el ministro centró sus argumentos en los riesgos sistémicos que la reforma podría generar, especialmente en un contexto donde la independencia judicial se encuentra amenazada.
Un mensaje a las nuevas generaciones
En un tono reflexivo, el ministro compartió una anécdota personal relacionada con su hija, quien estudia derecho y está considerando cambiar de carrera debido al complejo panorama que enfrenta el sistema judicial. Gutiérrez Ortiz Mena recordó cómo, durante sus propios años de estudio, México atravesaba un contexto autoritario en el que los derechos humanos no estaban reconocidos constitucionalmente.
“Me emocionaba estudiar leyes porque pensaba en cambiar a mi país. Es tiempo de que las jóvenes generaciones den un paso al frente y piensen en qué clase de país quieren vivir”, concluyó.