La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) llevó a cabo la destrucción de armas de fuego aseguradas a grupos delincuenciales durante diversos operativos en el estado.
De acuerdo con información de Milenio, en el Campo Militar de Reynosa, se realizó la “Primera Destrucción de Armamento” del año, evento presidido por el comandante del 19 Regimiento de Caballería Motorizada, Luis Eduardo Adell Mendoza, en representación del general Roberto Claudio del Rosal Ibarra, comandante de la Octava Zona Militar.
En total, se destruyeron 76 armas cortas, 593 armas largas, 5,290 cargadores y 245,993 cartuchos. La destrucción se llevó a cabo conforme al Procedimiento Sistemático de Operar para el Control, Destrucción y Aprovechamiento Lícito de las Armas de Fuego Decomisadas, garantizando así que el armamento pierda completamente sus características originales y no pueda ser reutilizado.
Esta acción se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública y la política de Cero Impunidad del gobierno federal, y es el resultado de trabajos de inteligencia y coordinación interinstitucional entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno. La SEDENA, a través de las Comandancias de la Cuarta Región Militar y la Octava Zona Militar, subrayó que estos esfuerzos buscan fortalecer el Estado de derecho y garantizar la paz y seguridad de la población.
"Tu seguridad es nuestra misión principal, trabajamos día a día, por México”
— @Defensamx (@SEDENAmx) July 13, 2024
Personal del #EjércitoMexicano llevó a cabo una Ceremonia de Destrucción de Armamento en #Chilpancingo, #Guerrero.#35ZonaMilitar #UnidosSomosLaGranFuerzaDeMéxico. pic.twitter.com/NDrDi0KtTR
El evento contó con la presencia de autoridades de los tres niveles de gobierno, quienes acompañaron al general de brigada Roberto Claudio del Rosal Ibarra, en su calidad de Comandante de la Octava Zona Militar. Durante la ceremonia, se reiteró el compromiso del Ejército Mexicano de colaborar estrechamente con las autoridades locales y federales para combatir la delincuencia organizada y asegurar que el armamento confiscado no vuelva a ser utilizado en actividades ilícitas.
En una segunda destrucción de armamento decomisado realizada en el mismo campo militar, se destruyeron 749 armas largas, 91 armas cortas, 9,307 cargadores y 225,668 cartuchos. Estas acciones reafirman el compromiso del Gobierno de México y las fuerzas armadas para mantener la seguridad y el orden público, desmantelando la capacidad operativa de los grupos delictivos que operan en la región.