El icónico programa chileno 31 Minutos debutó hoy en el Tiny Desk Concert, la serie musical de la radio pública estadounidense NPR que se ha convertido en un espacio de culto para artistas de todo el mundo. Con su característico humor, sus títeres entrañables y un repertorio que marcó a toda una generación en América Latina, el noticiero más disparatado de la televisión infantil dio un giro entrañable y nostálgico al escenario más íntimo de la música contemporánea.
El Tiny Desk es una serie de conciertos en vivo creada en 2008 por Bob Boilen, productor de NPR, con una premisa sencilla: presentar a los artistas en un entorno reducido, sin artificios, rodeados por los libros, discos y micrófonos de una oficina real. A lo largo de los años, el formato se ha convertido en una suerte de ritual de autenticidad, por donde han pasado desde figuras consagradas como Adele, Sting y Taylor Swift, hasta revelaciones como Anderson .Paak, Rosalía o el mexicano Ed Maverick. En el Tiny Desk, no hay luces de estadio ni coreografías: solo música, talento y cercanía.
La llegada de 31 Minutos a este espacio no solo marca un hito para la televisión infantil latinoamericana, sino también para la cultura pop de la región. El show, creado por Álvaro Díaz y Pedro Peirano en 2003, surgió como una parodia de los noticieros, pero pronto trascendió el formato para convertirse en un fenómeno generacional. Con personajes como Tulio Triviño, Juan Carlos Bodoque y Calcetín con Rombos Man, el programa se ganó un lugar en la memoria colectiva gracias a su ironía, su crítica social disfrazada de humor absurdo y, sobre todo, su música.
En la sesión, el conductor Tulio Triviño hace alusión a la imigración, diciendo que se les van a vencer sus visas y que tienen que apurarse y enviando saludos a compatriotas latinoamericanos. En la canción “Objeción denegada” también hacen alusión a los inmigrantes, a´si como alusión al idioma inglés y español en otras partes del concierto que estuvo conformado por las siguientes canciones:
– Baila Sin cesar
– Mi Muñeca me hablo
– Mi equilibrio espiritual
– Objeción denegada
– 31 Minutos (Yo nunca vi televisión)
– Awrawriwrawro
– Calurosa Navidad
Las canciones de 31 Minutos lograron lo que pocos programas infantiles han conseguido: conectar tanto con niños como con adultos. En sus letras conviven la inocencia y la sátira, el absurdo y la ternura. En el Tiny Desk, esa dualidad cobró una nueva vida. Los títeres interpretaron sus temas más emblemáticos acompañados por una banda en vivo, conservando el espíritu teatral que siempre caracterizó al programa.
El público internacional recibió con entusiasmo el anuncio del concierto, que desde hace días se perfilaba como uno de los Tiny Desk más esperados del año. Para NPR, la presencia de 31 Minutos representa también un reconocimiento a la producción cultural latinoamericana más allá de los géneros convencionales. En un espacio donde usualmente brillan el jazz, el soul o el pop, la llegada de unos títeres chilenos demuestra que la música no tiene fronteras ni formatos fijos.
El estreno reafirma el estatus de 31 Minutos como un fenómeno que ha sabido reinventarse sin perder su esencia. Dos décadas después de su primera emisión, sus canciones siguen circulando en playlists nostálgicas y festivales, mientras nuevas generaciones descubren su humor irreverente en plataformas digitales. Hoy, desde un pequeño escritorio en Washington, Tulio Triviño y compañía han vuelto a recordarle al mundo que la buena música —y la inteligencia disfrazada de juego— nunca pasa de moda.