En una asamblea comunitaria celebrada este jueves en Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra Norte de Oaxaca, representantes de Adidas presentaron una disculpa pública y presencial ante artesanos zapotecos por el uso no autorizado de los tradicionales diseños de huaraches en su modelo “Oaxaca Slip-On”. Además, acordaron establecer un mecanismo de indemnización para reparar el daño cultural y económico ocasionado.
La reunión contó con la intermediación del gobierno de Oaxaca, con funcionarios estatales y federales facilitando el diálogo. El Secretario de Cultura y las Artes del estado, Flavio Sosa, destacó el respaldo del gobierno en defensa del patrimonio cultural de Yalalag, y aclaró que el papel del estado fue únicamente el de mediador para resolver esta controversia con alcance nacional e internacional.

Durante el encuentro, la comunidad planteó tres demandas concretas como parte de la reparación del daño:
- Construcción de una Casa de la Cultura para preservar expresiones como el textil, el bordado, el huipil, el huarache tradicional, la gastronomía y el sombrero típico.
- Equipamiento de un laboratorio de análisis clínicos para mejorar la atención en salud comunitaria.
- Creación de una unidad deportiva, además del ofrecimiento de becas educativas y la implementación de un proyecto para el tratamiento del agua.
La comunidad enfatizó que estas acciones no implican la venta de su cultura, sino más bien la reparación de un daño, con el objetivo de fortalecer su identidad y autodeterminación indígena.
Por su parte, Adidas se mostró dispuesto a dialogar en un marco de respeto, aceptó retirará el producto de circulación y expresó su apertura para redactar la disculpa incluso en idioma zapoteco, así como para enviar representantes a Yalalag esta misma semana.
Apropiación cultural
Este caso forma parte de un conflicto mayor sobre apropiación cultural. El modelo “Oaxaca Slip-On”, diseñado por Willy Chavarría para Adidas Originals, despertó fuertes críticas por incorporar finas tiras de cuero trenzado que imitan los tradicionales huaraches zapotecos —producidos por artesanos de Villa Hidalgo de Yalálag—, sin su consentimiento ni participación directa. Las autoridades oaxaqueñas calificaron el diseño como plagio y exigieron su retiro.
La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó el modelo como inaceptable y reveló que Adidas ya estaba en negociaciones con autoridades estatales para ofrecer indemnización, mientras el gobierno prepara reformas legales para proteger las artesanías mexicanas de plagios futuros.

Adidas expresó su respeto por el patrimonio cultural indígena, ofreció disculpas públicas y afirmó su intención de dialogar respetuosamente con los representantes de Yalalag.
Chavarría, por su parte, admitió que el diseño no se desarrolló de forma colaborativa con la comunidad oaxaqueña, y expresó su pesar por ello.
No vender, sino reparar e impulsar la cultura
Este caso refleja un revés importante para una marca global como Adidas – una situación que ilustra las tensiones entre diseño comercial y patrimonio cultural. La respuesta rápida del gobierno y la comunidad, así como el acuerdo alcanzado, podrían sentar un precedente para futuras negociaciones entre marcas internacionales y comunidades indígenas mexicanas.
La resolución del caso va más allá de una indemnización económica: involucra proyectos culturales, educativos, de salud e infraestructura comunitaria que buscan consolidar el patrimonio y la autonomía campesina y artesanal. El énfasis en no vender la cultura, sino repararla, destaca una visión defensiva y propositiva contra la explotación cultural.