El pasado 1 de julio, el telescopio del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), ubicado en Río Hurtado, Chile, detectó un fenómeno astronómico fuera de lo común: un objeto interestelar atravesando el sistema solar.
El hallazgo fue reportado de inmediato al Centro de Planetas Menores, que ya había recolectado datos previos del objeto a través del Observatorio Palomar, en California, Estados Unidos. Sin embargo, fue la detección desde el hemisferio sur la que permitió confirmar su trayectoria y acelerar las observaciones científicas.
Bautizado como 3I/ATLAS, este cometa se convirtió rápidamente en tema de debate global, no solo por su origen fuera del sistema solar, sino también por las especulaciones sobre una posible naturaleza extraterrestre.
¿Un visitante de otra civilización?
Con su trayectoria hiperbólica y velocidad extrema, 3I/ATLAS ha sido comparado con objetos interestelares anteriores como ‘Oumuamua (2017) y Borisov (2019). En redes sociales y foros de astronomía alternativa, algunos usuarios comenzaron a preguntarse si este cometa podría ser en realidad una nave extraterrestre.
Con respecto al tema, la NASA respondió rápidamente ante las crecientes conjeturas. En un comunicado, la agencia espacial descartó categóricamente la posibilidad de que el 3I/ATLAS sea un artefacto de origen artificial.
El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar jamás registrado por la ciencia. Su nombre refleja esta condición: la letra “I” hace referencia a su origen interestelar, y ATLAS corresponde al nombre del equipo de detección que lo registró por primera vez.
🚨 ¿Cometa o tecnología alienígena?
— DATIAO @datiaopr (@datiaopr_) July 29, 2025
El objeto interestelar 3I/ATLAS viene directo desde otro sistema solar.
Para la NASA: un cometa.
Para el astrofísico Avi Loeb: una posible sonda extraterrestre.
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Según los datos orbitales, el cometa no representa ningún riesgo para nuestro planeta. Lo más cerca que estará de la Tierra será a una distancia de aproximadamente 1.8 unidades astronómicas (unos 270 millones de kilómetros).
Se espera que alcance su punto más cercano al Sol el 30 de octubre de 2025, a unos 210 millones de kilómetros, situándose justo dentro de la órbita de Marte. Su velocidad actual es de unos 221,000 km/h (61 km/s), y continuará aumentando conforme se aproxime al Sol, tal como ocurre con los cometas tradicionales.
A diferencia de la mayoría de los cometas, 3I/ATLAS no se originó en el cinturón de Kuiper ni en la nube de Oort, sino que proviene de otro sistema estelar, lo que ofrece a la ciencia una oportunidad única para estudiar material formado en un entorno completamente distinto al nuestro.