A 75 años del nacimiento de Luis Donaldo Colosio, su legado sigue vigente. Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTM, recordó su lucha por un México más justo y reafirmó su compromiso con los derechos laborales.
Sin embargo, tres décadas después de su asesinato, el Caso Colosio sigue envuelto en incógnitas. Mario Aburto, señalado como el asesino solitario, fue condenado sin que la versión oficial permitiera cuestionamientos. Ahora, con la desclasificación del expediente, nuevos datos alimentan las sospechas de una conspiración de Estado.

La periodista Laura Sánchez Ley, autora del libro Aburto: testimonios desde Almoloya, el infierno de hielo, accedió a miles de documentos oficiales. Entre ellos, declaraciones que sugieren tortura y amenazas contra testigos, así como irregularidades en la investigación. Según el expediente, siete de los nueve policías que afirmaron estar en la escena del crimen, en realidad no estuvieron ahí.
Además, la familia de Aburto habría sido víctima de violencia por parte del gobierno para forzar declaraciones incriminatorias. En su testimonio, Aburto afirmó haber sido sacado de las oficinas de la PGR y llevado a un lugar donde un agente le ofreció apoyo presidencial si aceptaba pertenecer a un partido político.

Los archivos también revelan que la versión de un “segundo tirador” sigue sin respuestas claras. ¿Cómo un hombre con un disparo en la cabeza pudo girar para recibir un segundo impacto?
Desclasificar estos documentos es solo el primer paso. La historia de Colosio aún tiene cabos sueltos y, 30 años después, México sigue buscando la verdad.
