La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfrenta un panorama financiero complicado para 2025, luego de que el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación proyectara un recorte de 19.48% respecto al presupuesto asignado en 2024.
Cabe mencionar este año, la máxima casa de estudios recibió 55 mil 959 millones de pesos, pero para el próximo año se propone un monto de 45 mil 58 millones de pesos.
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— UNAM (@UNAM_MX) November 15, 2024
Ante esta situación, el rector Leonardo Lomelí Vanegas informó este jueves que la universidad ha solicitado un presupuesto de 52 mil 500 millones de pesos para 2025. Destacó que, en los últimos seis años, la UNAM ha operado con presupuestos prácticamente congelados, lo que limita la construcción de nuevas instalaciones y complica la ampliación de matrícula, especialmente en la zona metropolitana del Valle de México.
Sheinbaum sugiere “austeridad republicana”
En su conferencia matutina de este viernes, la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció sobre la situación, sugiriendo que la UNAM adopte una política de austeridad como parte de las medidas para enfrentar los desafíos presupuestarios.
“Yo lo he dicho, y con respeto a la autonomía universitaria, esto es algo que tiene que decidir las y los universitarios, pero, con respeto, conozco a mi alma mater y también tiene que haber programas de austeridad republicana”, afirmó la mandataria.
Sheinbaum subrayó que su propuesta no busca vulnerar la autonomía universitaria, sino más bien promover el uso eficiente de los recursos en sintonía con los principios de la Cuarta Transformación.
El rector Lomelí destacó que la UNAM no solo enfrenta dificultades para mantener su operación actual, sino también para atender las crecientes demandas de matrícula. En la zona metropolitana del Valle de México, la construcción de nuevas instalaciones requiere primero analizar la disponibilidad de terrenos, seguido de cálculos detallados sobre la inversión necesaria para cada infraestructura.
La reducción propuesta en el presupuesto ha desatado críticas en sectores académicos y políticos, que ven en este ajuste una amenaza para la calidad educativa y la capacidad de la UNAM de responder a los desafíos nacionales.