El senador del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, ha levantado fuertes cuestionamientos sobre la versión oficial respecto al Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, tras la revelación de que este sitio habría sido utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como un centro de entrenamiento. Anaya destacó que, además de esa función, el rancho también podría haber servido como un “centro de exterminio” y planteó dudas sobre la falta de mención de posibles crematorios clandestinos en el lugar.
Las declaraciones de Anaya se produjeron horas después de que el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, señalara en una conferencia matutina que, aunque el sitio efectivamente había sido un centro de adiestramiento para miembros del CJNG, no se había encontrado evidencia de que el rancho hubiese funcionado como un crematorio clandestino.
Harfuch explicó que, hasta el momento, no hay indicios que sugieran que el rancho haya sido utilizado como un campo de exterminio, y dijo que la Secretaría de Seguridad en las áreas de investigación, de inteligencia y de Gabinete de Seguridad, no tiene ningún indicio de que haya sido un campo de exterminio.
Sin embargo, el senador panista no tardó en responder a esta versión oficial, subrayando que la información disponible plantea serias dudas sobre la naturaleza del sitio.
Ricardo Anaya (@RicardoAnayaC) criticó que el gobierno federal niegue que en el Rancho Izaguirre había un campo de exterminio, cuando en la mañanera se reconoció que se torturaba y asesinaba a las personas que se resistían al adiestramiento o intentaban escapar. pic.twitter.com/wuy2WLwI7W
— Emeequis (@emeequis) March 24, 2025
Anaya Cortés recalcó que el testimonio de esta mujer, que ha sido citado en diversas ocasiones, refuerza la posibilidad de que el rancho haya sido mucho más que un centro de entrenamiento. “Otra vez, no me digan que eso no es un centro de exterminio”, insistió.
Vale la pena recordar que la controversia sobre el Rancho Izaguirre se intensificó después de que, el pasado 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores reportara el hallazgo de tres presuntos crematorios clandestinos en un predio cercano en Teuchitlán. Este descubrimiento avivó aún más las sospechas de que el rancho pudiera haber sido utilizado no solo para la formación de miembros del CJNG, sino también para la ejecución y desaparición de personas.
A pesar de las investigaciones en curso por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), la falta de confirmación oficial de los crematorios ha generado incertidumbre. En este contexto, Anaya criticó la falta de una respuesta contundente por parte de las autoridades federales y locales, destacando las “enormes dudas” que persisten sobre el caso.
El caso del Rancho Izaguirre se mantiene bajo un intenso escrutinio, y el país sigue a la espera de nuevos avances que puedan arrojar luz sobre lo que realmente ocurrió en ese lugar, especialmente en relación con los presuntos crematorios clandestinos y el papel que jugó este predio en las operaciones del CJNG.