Esta noche, la seguridad en Mexicali se ha visto sacudida por el asesinato de Roberto Méndez Arreola, subcomandante de la Policía Municipal Zona Valle. El oficial, de 48 años, fue acribillado alrededor de las 23:22 horas del lunes 14 de julio en el fraccionamiento Lomas Altas, al sur de la ciudad, justo al salir de su vivienda.
Los hechos
De acuerdo con grabaciones de videovigilancia y testimonios vecinales, Méndez Arreola fue interceptado por al menos dos sujetos armados, uno de ellos portando un rifle de asalto. Los agresores, que aparentemente ya esperaban fuera de su domicilio, le dispararon a corta distancia, sin dejar margen de defensa. Testigos alertaron a las autoridades al oír los disparos.
Tras los disparos, elementos de la Policía Municipal, la Agencia Estatal de Investigación, la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) y la Secretaría de la Defensa Nacional acudieron al sitio, acordonaron la zona e iniciaron un operativo de búsqueda, pero hasta el momento no se reportan detenidos.

Contexto institucional
Este homicidio ocurre horas después de la renuncia —la mañana del lunes 14 de julio— del teniente coronel Julián Leyzaola Pérez como director de la Policía Municipal. Su salida centralizó tensiones dentro de la institución, y en menos de 24 horas se designó al abogado Luis Felipe Chan como su sucesor, proveniente de la FESC. El día del asesinato, Chan se encontraba recién nombrado en el cargo. La cercanía temporal entre ambos eventos ha generado especulaciones sobre si el relevo en el mando podría haber influido en el ataque.
La Policía de Mexicali, a través de sus redes oficiales, expresó su “profundo pesar” por la pérdida de “un compañero y amigo que siempre trabajó con honor, lealtad y valor al servicio de las familias mexicalenses”, transmitiendo su solidaridad con la familia del agente. Las autoridades estatales preparan una rueda de prensa para otorgar más detalles, especialmente sobre avances en la investigación.

Violencia en Baja California
El asesinato del subcomandante Méndez Arreola marca un nuevo y alarmante capítulo en la violencia hacia autoridades en Baja California. La cercanía de este hecho con la transición del mando policial abre interrogantes sobre si se trató de una agresión focalizada o parte de una campaña de debilitamiento institucional por parte de organizaciones criminales. Las próximas declaraciones oficiales y el avance de la investigación serán cruciales para evaluar las líneas de acción del Estado y las implicaciones para la seguridad municipal.