La Casa Blanca calificó como un “desafortunado incidente” el ataque de Israel contra dirigentes de Hamás en Doha, Catar, el primero realizado por ese país en territorio catarí. De acuerdo con la administración estadounidense, el Gobierno del presidente Donald Trump fue notificado con antelación de la operación.
La portavoz Karoline Leavitt precisó que Washington fue informado antes del bombardeo, aunque evitó señalar si la alerta provino directamente de Israel al Pentágono.
Según dijo, la acción no favorece los objetivos de paz en la región, pese a que reconoció que debilitar a Hamás representa un interés compartido.
“Bombardear unilateralmente dentro de Catar, una nación soberana y un aliado cercano de Estados Unidos que trabaja muy duro y valientemente, asumiendo riesgos, con nosotros para mediar en la paz, no avanza los objetivos de Israel o de Estados Unidos. No obstante, eliminar a Hamás, que se beneficia de la miseria de los que viven en Gaza, es un objetivo loable”, indicó Leavitt.
La funcionaria añadió que los militantes de Hamás atacados “lamentablemente” se encontraban en Doha y reiteró que el presidente Trump considera a Catar un “poderoso aliado y amigo”.
“Trump se siente muy mal por la localización de este ataque”, subrayó la portavoz.
Tras la ofensiva, el mandatario estadounidense ordenó a su enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, notificar a las autoridades cataríes sobre la inminencia de la operación.
Posteriormente, Trump se comunicó con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu; el emir catarí, Tamim bin Hamad Al Thani; y el primer ministro Mohammed bin Abdulrahman Al Thani. Durante esas conversaciones, agradeció el respaldo de Doha y aseguró que acciones similares no volverán a ocurrir en su territorio.
De acuerdo con reportes oficiales, la operación israelí buscaba alcanzar a miembros de la delegación negociadora de Hamás, reunida en Doha para discutir la más reciente propuesta de alto el fuego impulsado por Estados Unidos.
Hamás confirmó la muerte de cinco de sus integrantes, aunque ninguno pertenecía al equipo negociador. Además, un miembro de las fuerzas de seguridad cataríes perdió la vida en el ataque.
El incidente ocurre en un contexto de alta tensión regional, ya que Catar alberga la mayor base militar estadounidense en Medio Oriente y desempeña un papel central en los esfuerzos diplomáticos para lograr una tregua en Gaza.
Con información de EFE