En un hecho sin precedentes en la historia contemporánea de Francia, Nicolas Sarkozy, quien fue presidente del país entre 2007 y 2012, ingresó este martes a la prisión de la Santé en París para cumplir una condena de cinco años de cárcel. Se trata del primer expresidente francés detenido y encarcelado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, tras ser hallado culpable de asociación ilícita y financiación ilegal de campaña electoral con fondos procedentes de Libia.
La condena fue dictada en septiembre por un tribunal que determinó que la campaña presidencial de Sarkozy en 2007 fue apoyada con dinero del régimen de Muamar Gadafi, el dictador libio fallecido en 2011. A pesar de que el proceso judicial no logró demostrar el uso final de los fondos, el tribunal consideró probada la entrada de dinero libio en Francia y calificó los hechos como de “gravedad excepcional”.
“Esta mañana encierran a un inocente”: Sarkozy denuncia un escándalo judicial
Minutos antes de su ingreso en prisión, Sarkozy, de 70 años, publicó un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter), en el que calificó el fallo como un “escándalo judicial” y un “viacrucis”, asegurando que “la verdad triunfará”. Acompañado por su esposa, la cantante Carla Bruni, el exmandatario fue recibido en la cárcel entre los gritos de apoyo de decenas de simpatizantes que lo despidieron al grito de “¡Nicolas presidente!” y “¡Liberen a Sarkozy!”.
Su defensa cuestiona que el tribunal haya ordenado su ingreso inmediato en prisión sin esperar la resolución del recurso en apelación, cuyo juicio está previsto para los próximos meses.
📹 Nicolas Sarkozy sale de su casa con su mujer, Carla Bruni, y saluda mientras se encamina al coche que le llevará a prisión para cumplir la condena de cinco años. Estas son las imágenes https://t.co/a6ZpNZDTgM pic.twitter.com/sMpI8s5lky
— EL PAÍS (@el_pais) October 21, 2025
Condiciones de encarcelamiento: aislamiento y medidas especiales
Por razones de seguridad, Sarkozy fue alojado en una celda de aislamiento de 9 m², equipada con una cama fija, escritorio, silla, estantería, regadera, inodoro, una pequeña placa calefactora, refrigerador y televisor. Según su abogado Christophe Ingrain, el expresidente pasará la mayor parte del tiempo leyendo y escribiendo sobre esta “experiencia tan difícil”.
Tendrá derecho a salir al patio una hora al día y podrá recibir visitas de familiares tres veces por semana. A fin de proteger su integridad y evitar filtraciones de imágenes, permanecerá apartado del resto de los reclusos.
¿Libertad condicional en camino?
A pesar de la condena, el tiempo que Sarkozy pase tras las rejas podría ser limitado. Su equipo legal ha solicitado ya la libertad condicional, la cual podría ser concedida en un plazo máximo de dos meses, según la legislación vigente.
La encarcelación de Sarkozy ha provocado fuertes reacciones en el ámbito político. Mientras el presidente Emmanuel Macron defendió la independencia judicial, líderes de la derecha y la extrema derecha criticaron la sentencia, sugiriendo motivaciones políticas detrás del fallo. El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, anunció incluso su intención de visitar a Sarkozy en prisión, lo que le valió una dura reprimenda por parte del fiscal general Rémy Heitz, quien lo acusó de atentar contra la independencia de los magistrados.
La imagen de mano dura contra la delincuencia, que Sarkozy forjó durante su etapa como ministro del Interior (2005-2007), contrasta dramáticamente con su situación actual. En años recientes, ya había sido condenado en otros procesos por corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal de su campaña de 2012, y aún enfrenta nuevas causas judiciales.