La cultura y el entretenimiento volvieron a cruzarse con la política en San Lázaro. La bancada de Movimiento Ciudadano (MC) presentó una iniciativa que busca abrir los escenarios de grandes espectáculos a talentos emergentes, locales y nacionales. La propuesta llega en medio de un debate paralelo: la urgente necesidad de regular a las boleteras como Ticketmaster y OCESA para proteger al público consumidor.
En su publicación oficial, la llamada Bancada Naranja lanzó un mensaje claro en redes sociales:
“¡Que más artistas mexicanos abran el show! 🎤 En la #BancadaNaranja apoyamos el talento nacional, por eso impulsamos que los artistas locales sean parte de los espectáculos para que puedan brillar”.

Impulso a nuevos talentos: visibilizar lo local
La idea central es que México deje de depender exclusivamente de carteles internacionales y que los conciertos, festivales y espectáculos masivos se conviertan en plataforma para nuevos artistas. En términos prácticos, la iniciativa busca que los promotores de eventos incluyan en sus programaciones a músicos, bandas y creadores emergentes, fortaleciendo así la escena nacional. En su publicación ponen ejemplos de bandas que han sido teloneras de grupos internacionales como Control Machete, Porter o Little Jesus.
No se trata de un planteamiento aislado: en el último año, diversos legisladores han vinculado la cultura con políticas de apoyo social y económico, desde la inclusión de proyectos artísticos en presupuestos hasta festivales organizados en el propio Congreso. La diferencia de MC está en la consigna: “Se necesita que México abra el show”.

Boleto justo, espectáculo justo
Al mismo tiempo, Movimiento Ciudadano mantiene sobre la mesa otra de sus banderas: la regulación a empresas boleteras como Ticketmaster. La iniciativa, ya discutida en comisiones, busca terminar con prácticas abusivas como:
- Sobreventa y acaparamiento de boletos.
- Preventas exclusivas y precios dinámicos.
- Comisiones desproporcionadas que llegan a representar hasta el 20 % del costo.
- Negativas de acceso a pesar de tener boleto válido.
- Reembolsos parciales o tardíos en caso de cancelaciones.
La propuesta contempla que los organizadores devuelvan el 100% del importe (incluidos cargos por servicio) en un plazo de 30 días sin necesidad de gestión por parte del consumidor, además de dotar a la Profeco de mayores facultades para sancionar incumplimientos.
Una política cultural transversal
El movimiento naranja apuesta por un doble frente:
- Visibilizar a los artistas mexicanos, dándoles espacio en escenarios que suelen estar copados por actos extranjeros o por promotoras con contratos exclusivos.
- Garantizar derechos a los asistentes, con reglas claras en el mercado de boletaje, donde se han denunciado monopolios y abusos que afectan a millones de consumidores.
Ambas iniciativas se articulan en un mismo mensaje: la cultura no debe ser solo espectáculo, sino también un derecho ciudadano y una oportunidad para que México se vea reflejado en sus propios escenarios.
