La llegada del Año Nuevo es una de las celebraciones más esperadas y llenas de simbolismo en México. Cada 31 de diciembre, las familias mexicanas se reúnen para despedir el año viejo y recibir al nuevo con rituales que van desde lo más sencillo hasta lo más elaborado. Estos rituales, cargados de creencias populares, buscan atraer prosperidad, salud y felicidad en los meses venideros.
1. Las 12 Uvas de la Suerte
Uno de los rituales más conocidos en México es el de las 12 uvas. A la medianoche, cuando suena el reloj que marca el inicio del nuevo año, se acostumbra comer 12 uvas, una por cada campanada. Cada uva simboliza un deseo o propósito para cada mes del año. El acto de comerlas es una forma de pedir buena suerte, amor, salud, dinero y trabajo para el próximo ciclo.
2. El Ramo de Flores y la Purificación del Hogar
En muchas comunidades mexicanas, se celebra el ritual de limpiar el hogar con el uso de hierbas aromáticas, como el romero y la ruda, durante la última noche del año. Este acto es visto como una forma de purificar el hogar de malas energías, a la vez que se invita la buena suerte.
3. Las Maletas para Viajar
Según esta tradición, al hacerlo, se asegura que el próximo año será lleno de viajes y aventuras. Las personas que participan en esta tradición suelen dar una vuelta alrededor de la cuadra con la maleta, deseando que el nuevo ciclo les traiga nuevas oportunidades para conocer el mundo.
4. Las Velas y las Luces
Encender velas de diferentes colores también es una costumbre que no falta en los hogares mexicanos durante la Nochevieja. Cada color tiene un significado especial. Por ejemplo, la vela roja está relacionada con el amor y la pasión, la amarilla con la prosperidad y el dinero, y la blanca con la paz y la salud.
5. La Ropa Interior Amarilla o Roja
Este ritual es especialmente popular entre los jóvenes. Se cree que usar ropa interior amarilla atrae la buena suerte, el dinero y el éxito durante el año nuevo, mientras que el color rojo se asocia con el amor y la pasión. Aunque la elección del color varía según las creencias de cada persona, muchas familias transmiten esta tradición de generación en generación, convirtiéndola en una de las costumbres más esperadas.
Una vez que los rituales se han cumplido, es común que las personas, especialmente durante el primer día del año, se reúnan para hacer promesas o propósitos para el nuevo ciclo. Aunque esta tradición se comparte con otros países, en México se le da un toque personal, pues las promesas no solo se centran en metas personales, sino también en el bienestar colectivo, buscando la armonía familiar y la unidad.}
