Adriana y Virginia, dos mujeres indígenas triquis dedicadas al comercio de artesanías en el Centro Histórico de la capital de Oaxaca, fueron asesinadas el martes por la noche cuando regresaban a su hogar, tras culminar su jornada laboral.
Las hermanas, de 48 y 38 años de edad, fueron atacadas a balazos por dos sujetos a bordo de una motocicleta, cuando viajaban en un taxi. El conductor del vehículo, identificado como Enrique A., de 38 años, también resultó herido durante el ataque. Las dos mujeres fallecieron en el lugar.
Espiral de violencia mortal triqui.
— Jaime Guerrero (@jaimeguerrero08) November 6, 2024
La madrugada de este miércoles, ejecutan a las indigenas Triquis, Adriana y Virginia, en la colonia Unión de la capital de #Oaxaca.
Un taxista resultó herido.
Adriana y Virginia, eran hermanas del integrante de la dirigencia del MULT,… pic.twitter.com/NlqbJatLsN
El doble feminicidio ha conmocionado a la comunidad oaxaqueña y a la región triqui, donde las víctimas eran conocidas no solo por su trabajo, sino también por su vinculación con la lucha por los derechos de los pueblos indígenas. Las hermanas Adriana y Virginia eran familiares de Emelia Ortiz García, defensora de derechos humanos y activista triqui, quien expresó su dolor y condena a través de redes sociales.
Hermanas mías, hoy terminaron con sus vidas, más no sus ideales y de sus voces de gritos de paz en la región triqui. D.E.P.”, escribió Ortiz García, quien exigió una investigación pronta y efectiva para esclarecer el asesinato de sus hermanas y dar con los responsables.
De acuerdo con los primeros reportes, el ataque ocurrió cerca de la medianoche, cuando las dos mujeres viajaban en un taxi que se desplazaba de regreso a su hogar, ubicado en una comunidad cercana. Los agresores, a bordo de una motocicleta, les dispararon a quemarropa.
Este doble feminicidio se suma a una creciente ola de violencia contra las mujeres en Oaxaca, especialmente en la región triqui, donde los ataques y las amenazas a defensores de derechos humanos han aumentado en los últimos meses. Las hermanas Adriana y Virginia no estaban involucradas en situaciones políticas, según informaron fuentes cercanas, y su única actividad era el comercio de artesanías, un medio de subsistencia para muchas familias en la región.