Son miles las y los trabajadores dedicados a diferentes ramos como lo es la albañilería carpintería, jardinería, soldadores entre otros trabajadores que en busca de una mejor vida se lanzan a la aventura de trabajar en los Estados Unidos, ya sea de forma legal o ilegal.
Sin embargo, lo que debería ser una oportunidad legítima se ha convertido en una trampa mortal para muchos migrantes, ya que recientemente, de acuerdo a informes de seguridad migratorios, los cárteles de la droga han visto en este flujo migratorio una oportunidad para expandir sus operaciones ilícitas.
No obstante, este no es un problema reciente, ya que desde ya algunos años tanto sindicatos, activistas y autoridades han denunciado la explotación y el abuso que enfrentan los migrantes en estos programas al caer en ofertas de trabajos inexistentes.

Y es justo en este punto en donde las cárteles de la droga se han hecho pasar por reclutadores que se dedican a engañar a los aspirantes a trabajo con promesas de empleo que nunca se materializan, y que sin en cambio imponen cuotas ilegales y controlan el transporte de los trabajadores hacia los sitios laborales.
Vale la pena mencionar que entre 2015 y 2020, algunas organizaciones pro migrantes han identificado miles de posibles víctimas de trata relacionadas con México en Estados Unidos, muchas de ellas explotadas en condiciones de trabajo deplorables, evidenciando una red compleja de abusos que afecta directamente tanto a migrantes como a sus familias.
La magnitud del problema se ha exacerbado con la falta de inspección adecuada por parte de los gobiernos involucrados. En Estados Unidos, por ejemplo, a pesar de los esfuerzos por regular los programas de visas H2A y H2B, todavía persisten lagunas que permiten que intermediarios corruptos y cárteles se aprovechen de los trabajadores vulnerables.