Lo que prometía ser un parteaguas en la historia del Poder Judicial mexicano terminó convertido en un desastre institucional. Este domingo se llevó a cabo la primera elección judicial en el país, impulsada por Morena bajo el argumento de democratizar la justicia y combatir la impunidad. ¿El resultado? Un rotundo fracaso: cerca de 90 millones de personas decidieron no participar.
La jornada buscaba llenar alrededor de 2,600 cargos del Poder Judicial, incluyendo jueces, magistrados y ministros. Sin embargo, el proceso estuvo marcado por el abstencionismo, el desorden y la desconfianza. No se instalaron casillas, faltaron funcionarios electorales y, en varios puntos del país, ciudadanos tuvieron que improvisar la organización de las votaciones ante la apatía generalizada.
🚨#AlertaADN | ¡Fracaso total!
— adn40 (@adn40) June 2, 2025
Cerca de 90 millones de mexicanos le dieron la espalda a la farsa democrática de las elecciones al poder Judicial; el abstencionismo evidenció el rechazo al proceso pic.twitter.com/IOb5L7Zu30
El propio oficialismo reconoció el desaseo. Políticos de Morena y partidos aliados admitieron que entre los aspirantes había perfiles vinculados al crimen organizado o relacionados con casos de amparos que facilitaron la liberación de delincuentes.
Pese a que los candidatos ya habían sido aprobados, en los días previos a la elección surgieron impugnaciones por la presunta participación de personajes con antecedentes cuestionables, lo que encendió aún más las alertas sobre la falta de legitimidad y transparencia.
¿Qué legitimidad tendrán quienes surgen de un proceso con casi 90% de abstencionismo?
— Manuel Lopez San Martin (@MLopezSanMartin) June 2, 2025
¿Qué no “la mayoría” pedía a gritos la reforma judicial y salir a votar?
La participación fue raquítica. El fracaso es rotundo
La “elección” para legitimar el asalto al Poder Judicial, circo pic.twitter.com/17VJ105Dwj
Esta elección es consecuencia de una reforma judicial aprobada por Morena en 2024, misma que provocó reacciones negativas en los mercados financieros y preocupaciones en gobiernos extranjeros como el de Estados Unidos, que advirtieron sobre el riesgo de debilitar la independencia judicial y poner en jaque a la democracia mexicana.
Expertos habían advertido que someter a elección popular a más de 7,700 aspirantes judiciales podría erosionar la credibilidad del sistema judicial. Y parece que tenían razón.
Los cómputos oficiales se realizarán en las primeras dos semanas de junio y se espera que los resultados se den a conocer el 15 de este mes. Sin embargo, la sombra del abstencionismo y la duda ya empañaron el proceso. Para 2027, el plan contempla elegir otros miles de cargos para completar cerca de 4 mil vacantes judiciales, pero con lo ocurrido este domingo, el proyecto ya nació herido.