En un giro inesperado a su postura electoral, la presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado que el gobierno dará luz verde al uso de fracturación hidráulica (fracking) en PEMEX a partir de 2026, respaldada por empresarios del sector energético.
La medida forma parte de un plan estratégico de 10 años para rescatar y modernizar a la petrolera estatal. Este contempla la explotación de recursos no convencionales en cuencas como Tampico-Misantla, Sabinas-Burro Picachos y Burgos, con un potencial estimado en 64 mil millones de barriles de petróleo equivalente. Se espera que entre 2026 y 2028 se observe una “contribución modesta” al crecimiento, la cual se acelerará significativamente a partir de 2029, acumulando para 2030 unos 197 millones de barriles de crudo y 303 mil millones de pies cúbicos de gas.
PEMEX espera atraer inversión privada y sostiene que los avances técnicos recientes permiten minimizar los impactos ambientales, prometiendo proteger los cuerpos de agua dulce.
Este anuncio marca un claro contraste con la era de Andrés Manuel López Obrador (2018–2024), quien rechazó el fracking por sus efectos ambientales. La nueva política de Sheinbaum reabre el debate sobre la viabilidad energética y la sostenibilidad ambiental del país.

¿Qué es el fracking y por qué genera controversia?
El fracking, o fracturación hidráulica, es una técnica de extracción de hidrocarburos no convencionales que consiste en inyectar agua a alta presión, mezclada con arena y aditivos químicos, para abrir fracturas en roca impermeable y liberar petróleo o gas atrapado.
Sus riesgos ambientales incluyen:
- Contaminación del agua y suelo: con fugas o vertidos de fluidos tóxicos al subsuelo y acuíferos. Algunos de los aditivos incluyen benceno, tolueno, xileno y formaldehídos, cancerígenos en ciertos casos.
- Consumo intensivo de agua: un solo pozo puede requerir entre 9 000 y 29 000 m³ de agua, presionando los recursos hídricos locales.
- Emisiones atmosféricas: metano y otros contaminantes pueden liberarse al ambiente, afectando la calidad del aire y contribuyendo al cambio climático.
- Sismicidad inducida: la inyección de fluidos puede provocar micro-sismos; incluso se han registrado temblores perceptibles en regiones de EE. UU.
🛑¡Prohíban el #fracking ya!
— Greenpeace México (@greenpeacemx) August 8, 2025
En este 🧵te contamos el porqué el nuevo Plan Estratégico presentado por la presidenta, nos aleja de la transición energética justa que el país requiere. 👇 pic.twitter.com/ff5AMowjyd
Reacciones adversas
Organizaciones como WWF México advierten que los posibles daños al medio ambiente y a la salud son irreversibles, lo que, según ellas, impone el uso del principio de precaución antes de avanzar en proyectos como este.
La Alianza Mexicana Contra el Fracking denunció que Claudia Sheinbaum traiciona sus principios ambientales al incluir el fracking en el plan de Pemex 2025–2035, disfrazándolo con términos técnicos. “El fracking, además de causar enfermedades como cáncer, contradice compromisos ambientales”, alertaron, y en un extenso comunicado, exigieron:
Alianza Mexicana contra el Fracking denuncia que nuevo Plan de Pemex contempla fracturación hidráulica
— Somos el Medio (@Somoselmedio) August 9, 2025
https://t.co/GZAotHXb19
El uso del fracking en México, además de ser contrario a la obligación constitucional del Estado de proteger los derechos humanos y prevenir sus violaciones, es una traición a los pueblos afectados por esta técnica en nuestro país, y es un plan destinado al fracaso. Desde hace más de 20 años el potencial geológico de gas fósil y petróleo en México está en declive. Las reservas son insuficientes para cubrir los planes del gobierno de incrementar la producción y cubrir la demanda nacional.
El gas fósil no es un combustible de transición. Exigimos al gobierno de Claudia Sheinbaum el cumplimiento de sus compromisos y los del Estado mexicano, así como hablar con la verdad. El Plan Estratégico de Pemex que hoy vemos corresponde a los objetivos neoliberales de antaño, donde las comunidades son sacrificadas en nombre de un mal “desarrollo” basado en la extracción de combustibles fósiles. Profundizar en México la ruta del extractivismo fósil será un error que las presentes y futuras generaciones tendremos que cargar a cuestas.
No importa cómo lo llamen, estimulación, recuperación de yacimientos de geología compleja, o lo que se les ocurra en el futuro, ¡prohíban el fracking ya!