En Morelos, la crisis de abasto de medicamentos y servicios médicos no fue producto exclusivo de la escasez o de la burocracia. Según una investigación de Animal Político, detrás de la carencia de antibióticos, anestesia y equipo funcional en 238 clínicas y hospitales del estado se encuentra una red de contratos millonarios entregados durante el gobierno del ahora diputado de Morena, Cuauhtémoc Blanco.
Entre 2022 y 2023, la administración estatal adjudicó de manera directa más de 323 millones de pesos a tres empresas vinculadas con Joan Christian Carmona Barón, consejero estatal de Morena. A pesar de recibir recursos públicos, las compañías incumplieron en la entrega de medicamentos e insumos básicos, afectando a miles de pacientes que dependen de la red de salud estatal.

La falta de antibióticos en hospitales generales, la suspensión de cirugías por carencia de anestesia y la imposibilidad de atender emergencias por equipo descompuesto fueron las consecuencias más visibles de una gestión marcada por la opacidad. Médicos y enfermeras relataron cómo, en lugar de soluciones, recibían respuestas evasivas de las autoridades de salud, mientras los contratos seguían fluyendo hacia las mismas empresas.
El esquema, de acuerdo con la investigación, se sostuvo gracias a una red de complicidades políticas y familiares. Carmona Barón, cercano al círculo de Cuauhtémoc Blanco, multiplicó su influencia a través de sociedades que recibieron no solo 323 millones en pagos, sino que lograron acumular contratos que alcanzaron hasta mil 161 millones de pesos en apenas dos años.

La contradicción es evidente: mientras los hospitales públicos de Morelos sufrían desabasto y los pacientes eran enviados a sus casas sin tratamiento, los proveedores ligados al consejero estatal de Morena eran favorecidos con recursos que, en muchos casos, nunca se tradujeron en la compra de insumos reales.
Para especialistas en política local, este caso refleja un patrón recurrente en la gestión de Blanco: la concentración de poder en un círculo reducido de colaboradores y el uso de la estructura estatal como plataforma de negocios para allegados. La cercanía con figuras de Morena fortaleció la red de protección, aun frente a evidencias de incumplimiento contractual.

Las denuncias sobre corrupción en el sector salud en Morelos no son nuevas, pero lo que distingue este episodio es la magnitud del dinero involucrado y el impacto directo en la vida de pacientes. Familias enteras se vieron obligadas a costear medicinas en farmacias privadas, mientras en los almacenes oficiales los insumos prometidos simplemente nunca llegaron.
Hoy, con Cuauhtémoc Blanco en la mira por otros señalamientos de corrupción y vínculos políticos controvertidos, este caso suma un capítulo más a su cuestionada gestión. El daño, sin embargo, ya está hecho: la salud de miles de morelenses fue sacrificada en un esquema que privilegió el negocio sobre la vida.