La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que su administración trabaja en un plan conjunto con los gobernadores de los estados fronterizos del norte del país para responder a las posibles deportaciones masivas que podría implementar Donald Trump al asumir la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum detalló que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, convocará a los mandatarios estatales a una reunión en el marco del Consejo Nacional de Seguridad Pública, programada para el próximo martes en Acapulco, Guerrero.
A la reunión asistirán los gobernadores Marina del Pilar Ávila (Baja California), Alfonso Durazo (Sonora), Maru Campos (Chihuahua), Manolo Jiménez (Coahuila), Samuel García (Nuevo León) y Américo Villarreal (Tamaulipas). Según explicó la mandataria, el objetivo principal será coordinar estrategias para recibir a los mexicanos que puedan ser deportados.
“Apenas ayer acordamos y la Secretaría de Gobernación va a convocar a la gobernadora de Baja California, de Sonora, de Chihuahua, de Coahuila, de Nuevo León y de Tamaulipas, para poder tener esta reunión en donde nos pongamos de acuerdo sobre cómo recibir a nuestros paisanos en caso de que haya una deportación”, afirmó Sheinbaum.
En este contexto, Sheinbaum también adelantó que buscará renegociar con la administración de Trump los acuerdos sobre el manejo de migrantes de otras nacionalidades. Según explicó, el gobierno mexicano promoverá que estas personas sean retornadas directamente a sus países de origen y no a México, como ha ocurrido en algunos casos bajo convenios actuales con Estados Unidos.
“Evidentemente, nosotros somos solidarios con todos y con todas, pero nuestra función principal es recibir a los mexicanos y esperamos tener un acuerdo con la administración de Trump, en caso de que haya estas deportaciones, para que también envíen a sus países de origen a las personas que vienen de otros países”, puntualizó.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, confirmó que el Gobierno de México trabaja en un plan intersecretarial que será presentado en las próximas semanas. Este incluye acciones específicas para atender a los connacionales en el extranjero y garantizar su reintegración al país en caso de ser deportados.
“Estamos trabajando para tomar todos los escenarios posibles y hay un plan intersecretarial que en su momento dará a conocer la presidenta”, señaló De la Fuente.
La preocupación por las posibles deportaciones masivas se incrementó luego de que Tom Homan, designado como el responsable de la política migratoria de Trump, declaró que ya preparan estas acciones para iniciar una vez que el republicano asuma el cargo.
Diversas organizaciones defensoras de derechos humanos en Estados Unidos criticaron los planes de deportación, advirtiendo no solo del impacto humanitario que generaría la separación de familias, sino también de las consecuencias económicas negativas para la nación norteamericana. Un informe de la Coalición Estadounidense de Inmigración calcula que una deportación masiva podría reducir el producto interno bruto de Estados Unidos en hasta un 6.8%, lo que representaría pérdidas anuales de entre 1.1 y 1.7 billones de dólares.
En paralelo, Sheinbaum destacó que se reforzará la atención a los mexicanos en el extranjero mediante una estrategia en los consulados. Asimismo, reiteró su compromiso de proteger los derechos de los connacionales que enfrenten esta situación.