La iniciativa de Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión que llegó al Senado propone concentrar amplias facultades en la Agencia de Transformación Digital, generando alarma entre legisladores de oposición que denuncian riesgos para la libertad de expresión.
La propuesta otorgaría a la Agencia, dirigida por José “Pepe” Merino, potestades que antes correspondían al extinto Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y a diversas secretarías federales. Entre estas facultades destacan el otorgamiento de concesiones, supervisión de contenidos y limitación de espacios publicitarios.
Las bancadas del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano advierten que la ley provocará competencia desleal y distorsiones económicas, centralizando funciones en perjuicio del desarrollo digital. Señalan especialmente preocupante la “subordinación al Ejecutivo federal” de la Agencia y la eliminación de la autonomía que caracterizaba al IFT.
La iniciativa también establece un esquema de sanciones, regula la proporción entre publicidad y programación, y añade restricciones para la difusión de propaganda extranjera, que requerirá autorización previa de la Secretaría de Gobernación.

En respuesta a las críticas, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió la propuesta argumentando que solo busca reorganizar facultades que antes tenían el IFT y la Cofece.
“En esencia no hay grandes cambios, solo cambian atribuciones”, afirmó, negando cualquier intención censora: “Jamás sería nuestra intención censurar, siempre hemos estado en contra de la censura”.