En plena recta final del receso legislativo, el grupo parlamentario de Morena en el Senado decidió darse un respiro adicional de dos semanas antes de reanudar actividades, medida avalada por su coordinador, Adán Augusto López Hernández.
De acuerdo con La Jornada, la instrucción es que los legisladores que no forman parte de la Comisión Permanente podrán extender su descanso, mientras que los nueve senadores titulares de ese órgano deberán asistir a las últimas tres sesiones del periodo extraordinario. La justificación oficial apunta a que el tiempo extra servirá para “recargar energías” de cara al arranque del próximo periodo ordinario en septiembre, que se anticipa cargado de reformas en materia de seguridad y justicia enviadas por la presidenta Claudia Sheinbaum.

“Jornadas extenuantes de trabajo”
El contexto no pasa inadvertido: apenas hace unas semanas, Andy López Beltrán, hijo del presidente López Obrador, desató polémica al afirmar que merecía vacaciones por “jornadas extenuantes de trabajo”. Sus palabras, interpretadas por muchos como un gesto de desconexión con la realidad laboral de millones de mexicanos, resuenan ahora como telón de fondo en esta pausa legislativa.
La decisión de Morena se suma a un historial de recesos legislativos que, si bien están contemplados en la ley, generan críticas por la percepción de privilegios en un país donde la mayoría de los trabajadores apenas alcanza a tomar una semana continua de descanso. Mientras en el discurso oficial se habla de austeridad y trabajo cercano a la gente, el Senado operará dos semanas más con una plantilla reducida, en lo que para algunos es simplemente un “intermedio político” antes del siguiente capítulo.
