Habitantes de esta ciudad estadounidense han reportado con creciente frecuencia la aparición de extrañas malformaciones en los rostros de conejos silvestres, lo que ha generado alarma entre residentes y defensores de la vida silvestre.
Según testimonios recogidos por medios locales, los animales, en su mayoría conejos de cola de algodón, han desarrollado protuberancias negras que asemejan cuernos o incluso tentáculos en la cara, una condición que ha sorprendido a los vecinos de la zona. Las inusuales formaciones, visibles a simple vista, han generado preocupación por su posible impacto en la fauna local y su potencial riesgo para la salud humana.
Ante la creciente inquietud, el Departamento de Parques y Vida Silvestre de Colorado inició una investigación para determinar el origen de estas alteraciones. Kara Van Hoose, portavoz de la entidad, aclaró que los hallazgos apuntan a un virus de papiloma cutáneo específico de los conejos como causa de estas malformaciones.
#Internacional | 🐰😫¡Pánico en la fauna silvestre! conejos con tentáculos y espinas causan asombro en Colorado, Estados Unidos.
— Notitarde (@webnotitarde) August 13, 2025
➡️Este nuevo fenomeno esta siendo atribuido al virus del papiloma de Shope, una enfermedad que provoca el crecimiento de verrugas y tumores benignos. pic.twitter.com/XL9H7tVhJ9
“El virus provoca crecimientos cutáneos inusuales, pero por lo general no afecta gravemente la salud de los conejos, a menos que interfiera con funciones vitales como la visión o la alimentación”, explicó Van Hoose.
Asimismo, aseguró que este virus no representa una amenaza para los humanos ni para otras especies animales.
A pesar del carácter no contagioso para las personas, las autoridades piden a la población no manipular a los animales infectados y reportar cualquier avistamiento a los servicios de vida silvestre locales. Mientras tanto, el monitoreo continúa para evaluar la evolución de los casos y prevenir cualquier posible impacto ecológico.
Esta situación pone de manifiesto una vez más la delicada relación entre el entorno urbano y la fauna silvestre, y la importancia de mantener vigilancia activa sobre la salud de las especies que habitan en zonas compartidas con los humanos.