En un acto sin precedentes que combina modernidad y tradición, el papa León XIV oficiará este domingo 7 de septiembre la canonización de Carlo Acutis, el joven italiano de 15 años que falleció en 2006, y que se convertirá en el primer santo millennial de la historia de la Iglesia católica.
Inicialmente prevista para el 27 de abril durante el Jubileo de los Adolescentes, la ceremonia fue aplazada tras el fallecimiento del papa Francisco. El nuevo pontificado, en su primer Consistorio Público Ordinario celebrado el 13 de junio, estableció definitivamente la fecha del 7 de septiembre para canonizar a Acutis junto a Pier Giorgio Frassati.
¿Quién fue Carlo Acutis?
Nacido en Londres el 3 de mayo de 1991, y criado en Milán, Carlo fue un adolescente devoto apasionado por la Eucaristía y la tecnología. Utilizó sus habilidades informáticas para crear un sitio web en el que documentó milagros eucarísticos y apariciones marianas alrededor del mundo, lo que le valió el apelativo de “influencer de Dios” o “ciberapóstol de la Eucaristía”.

Diagnóstico y muerte llegaron de manera abrupta: en 2006 le fue detectada una leucemia fulminante, que enfrentó con una fe inquebrantable. Ofreció sus sufrimientos “por el Papa y por la Iglesia” y, según su voluntad, fue enterrado en Asís, ciudad de San Francisco, de quien era admirador. Desde entonces, su sepulcro en la Basílica de Santa Maria Maggiore, en Asís, se ha convertido en un destino masivo de peregrinación, especialmente durante el Año Santo 2025.
Sus milagros: claves para su canonización
Para avanzar hacia la santidad, al menos dos milagros atribuidos a su intercesión fueron reconocidos por el Vaticano:
- Curación de un niño brasileño con malformación pancreática
En 2013, un niño en Brasil con una grave malformación congénita del páncreas se recuperó de manera inexplicable tras tocar una reliquia de Carlo. Se considera como el milagro que lo condujo a la beatificación. - Recuperación de Valeria Valverde tras grave accidente de bicicleta
En julio de 2022, una estudiante costarricense de 21 años sufrió un traumatismo craneoencefálico durante un accidente en Florencia, Italia. Se encontraba al borde de la muerte. Su madre, desesperada, peregrinó hasta la tumba de Carlo en Asís y oró por ella; ese mismo día, la joven comenzó a respirar espontáneamente y, en días siguientes, recuperó movilidad, habla y finalmente una recuperación completa. El Vaticano reconoció este suceso como el segundo milagro, abriendo el camino final para su canonización.

Dimensión simbólica y legado
Carlo, descrito como un joven normal que jugaba videojuegos, jugaba fútbol, enseñaba catecismo y ayudaba a personas en situación de calle, se convierte en un símbolo eclesial preparado para conectar con las nuevas generaciones.
Su canonización representa también un paso estratégico de la Iglesia para abrazar el mundo digital y reposicionarse frente a una audiencia joven, cada vez más distante de la institucionalidad religiosa. La ceremonia del domingo en la Plaza de San Pedro —concebida por el nuevo pontífice en un contexto de renovación pastoral— evidencia esta apuesta por santos contemporáneos, relevantes y cercanos.
Una ceremonia que, a la vez que honra la devoción centenaria, proyecta la santidad hacia una era cada vez más digital.