El exmandatario brasileño enfrenta nuevas restricciones judiciales mientras Donald Trump lo defiende públicamente y amenaza con represalias comerciales contra Brasil
La crisis política en Brasil sumó este viernes un nuevo capítulo luego de que la Policía Federal allanara la residencia del expresidente Jair Bolsonaro, como parte de una serie de medidas cautelares ordenadas por el Supremo Tribunal Federal (STF). Entre las disposiciones destaca la imposición del uso de una tobillera electrónica, la prohibición de utilizar redes sociales y de mantener contacto con diplomáticos o con varios de sus aliados políticos, incluido su hijo Eduardo Bolsonaro, legislador federal.
Estas medidas se dan en el contexto del juicio que enfrenta el exmandatario, acusado de haber participado en un intento de golpe de Estado para impedir la investidura del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva en enero de 2023. Bolsonaro ha negado todos los cargos en su contra y ha afirmado que es víctima de una persecución política.
La situación legal del exmandatario ha trascendido fronteras. Desde Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, quien mantiene una estrecha relación con Bolsonaro desde sus tiempos en el poder, ha reaccionado con dureza ante las acciones del Supremo brasileño. A través de su red Truth Social, Trump publicó una carta dirigida a Bolsonaro en la que lo califica como víctima de un “sistema injusto” y exige que el juicio en su contra se detenga de inmediato. Además, anunció su intención de imponer un arancel del 50% a los productos brasileños si el proceso judicial contra su aliado continúa.
En paralelo, medios brasileños como CNN Brasil reportaron que las órdenes judiciales buscan prevenir una eventual fuga de Bolsonaro a Estados Unidos, un temor alimentado por los frecuentes viajes del exmandatario y su red de apoyos internacionales.
El Partido Liberal, agrupación de derecha a la que pertenece Bolsonaro, denunció las restricciones como una violación a los derechos fundamentales del expresidente y aseguró que las medidas buscan silenciarlo en el escenario internacional. En redes sociales, Eduardo Bolsonaro también vinculó las acciones del STF a un video publicado por su padre un día antes, en el que agradecía el respaldo de Trump.
Por su parte, los abogados de Bolsonaro emitieron un comunicado expresando su “sorpresa e indignación” ante lo que consideran un exceso judicial.
“Nuestro representado ha cumplido rigurosamente con todas las órdenes emitidas hasta ahora, por lo que estas nuevas medidas resultan desproporcionadas e injustificadas”, señalaron.
Aunque la Policía Federal no mencionó directamente a Bolsonaro en su reporte, confirmó la ejecución de allanamientos y otras medidas precautorias autorizadas por el Supremo. Con el clima político y judicial cada vez más tenso, el caso Bolsonaro podría tensar aún más las relaciones diplomáticas entre Brasil y Estados Unidos, sobre todo ante la posibilidad real de sanciones comerciales por parte del gobierno republicano en caso de que Trump vuelva al poder.
Mientras tanto, la figura del exmandatario sigue polarizando a Brasil y dividiendo opiniones dentro y fuera del país, con un proceso judicial que no parece próximo a concluir.
La cumbre de Río será también escenario de reuniones bilaterales, foros económicos y encuentros con países observadores e invitados, lo que confirma el creciente peso político de los BRICS
Durante el encuentro, Milei y Xi “reafirmaron los vínculos y acuerdos comerciales y financieros vigentes, así como la vocación de seguir explorando nuevas oportunidades para ampliar y mejorar todo lo que involucra el fortalecimiento de la relación bilateral”.
Uno de los primeros en felicitar a Trump fue el presidente argentino, Javier Milei, quien a través la red social X le dijo que “puede contar con Argentina para llevar a cabo su tarea”.