El abasto de gasolina enfrenta una nueva crisis en varias regiones del país. De acuerdo con reportes de la periodista Alicia Salgado, estaciones de servicio en Ciudad de México, Estado de México, Chiapas y Monterrey presentan cierres parciales o totales, largas filas y una preocupante falta de información oficial, lo que ha desatado incertidumbre entre automovilistas y empresarios.
En la capital, al menos seis gasolineras de Tlalpan, Coyoacán, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Cuajimalpa y Nezahualcóyotl permanecen cerradas. Algunas solo ofrecen gasolina Premium, mientras otras llevan más de una semana sin operar. Pemex no ha emitido explicaciones públicas sobre las causas.
En el Estado de México, el foco del problema está en Ecatepec y zonas cercanas, donde varias estaciones reportan desabasto de Magna y otras venden únicamente Premium. Desde el Valle de Toluca, empresarios de la Asociación de Distribuidores de Gasolina (Adigal) señalan que no se trata de un cierre generalizado, sino de retrasos en la entrega desde las terminales de almacenamiento.
🟢“Desde las 10 de la mañana no ha habido gasolina Magna”, dice una despachadora en #Edomex ante los reportes de desabasto ⛽️
— Azucena Uresti (@azucenau) August 14, 2025
Esto en una gasolinera en el Circuito Exterior Mexiquense, hacia Querétaro.
Mientras que en avenida Palomas, en Ecatepec, se reporta el cierre de una… pic.twitter.com/EOQkpdUG7T
La situación en Chiapas es más crítica: desde hace tres días, protestas de trabajadores jubilados en terminales de distribución han limitado la salida de pipas, lo que mantiene un suministro insuficiente y provoca filas kilométricas.
En Monterrey, automovilistas recorren hasta cuatro estaciones para conseguir Magna, cuyo precio ronda los 24 pesos por litro. El trasfondo, según fuentes del sector, es que Pemex ha dejado de pagar a arrendadores de pipas, por lo que el transporte de combustible se ha reducido drásticamente. “Aunque haya producto disponible, sin reparto no hay gasolina”, reconoció un distribuidor regiomontano.

Fuentes internas de Pemex aseguran que el problema “se resolverá día a día” y que el abasto nacional está garantizado. Sin embargo, expertos en energía advierten que la raíz de la crisis no es técnica, sino financiera: la falta de recursos para la distribución amenaza con volver recurrentes estos episodios de desabasto, afectando tanto a consumidores como a la economía regional.
En un país donde más del 90% del transporte depende de combustibles fósiles, cada día sin suministro pleno golpea a la movilidad, la logística y la confianza en la gestión energética del gobierno. El silencio oficial, por ahora, solo agrava la incertidumbre.