La senadora de Movimiento Ciudadano, Amalia García Medina, presidente de la Comisión para el Seguimiento a la Implementación de la Agenda 2030, llamó a revaluar los fundamentos de la relación entre México y Estados Unidos, ante los desafíos comunes en materia económica, migratoria, de seguridad y medioambiental.
Durante la inauguración del foro “Nuevos escenarios en la relación económica México–Estados Unidos y sus implicaciones para la implementación de la Agenda 2030”, la legisladora de Movimiento Ciudadano subrayó la necesidad de construir una relación bilateral coherente y equitativa.
De acuerdo con la senadora por Zacatecas, la complejidad actual entre ambos países exige revisar los mecanismos de cooperación y alinear los objetivos con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Hay sobre todo tres grandes ámbitos en la relación México–Estados Unidos que se han puesto en el centro de la relación. Uno es migración, está el de la economía y está el de seguridad”, señaló.
García Medina consideró que el contexto internacional demanda una nueva visión que garantice certeza y beneficios mutuos.
“Tenemos un reto titánico porque nuestra presencia contribuirá a que vayamos construyendo alternativas, propuestas, planteamientos, discurso, que permitan mejorar la relación y además repensar esta relación a la luz de este ya no tan nuevo gobierno de los Estados Unidos que inició en enero. El reto es cómo darle a esto consistencia, cómo aportar para que la relación sea consistente, para que podamos tener certezas”, afirmó.
En su intervención, la legisladora destacó que los ODS se vinculan directamente con la cooperación bilateral. Mencionó, entre otros, el ODS 4 sobre educación de calidad, el 8 sobre trabajo digno, el 9 enfocado en innovación industrial, el 10 para reducir desigualdades y el 13 relacionado con energías limpias.
Por su parte, Ismael Ortiz, representante del Secretariado Ejecutivo del Consejo Nacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Secretaría de Economía, consideró que la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) representa una oportunidad estratégica para fortalecer la integración regional con criterios sostenibles.
“Este proceso de revisión nos invita a repensar cómo el comercio y la inversión pueden contribuir al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible. Cómo este cumplimiento puede impulsar un crecimiento económico más inclusivo, un crecimiento económico más innovador y más responsable con el medio ambiente”, expresó.
Añadió que la Agenda 2030 constituye “el marco ideal para orientar las decisiones hacia una economía más verde, con empleos dignos, con igualdad de oportunidades y cadenas de valor sostenibles”.
En el mismo sentido, Víctor Alejandro Espinoza Valle, presidente del Colegio de la Frontera Norte (COLEF), destacó el carácter históricamente asimétrico de la relación bilateral. A su juicio, los desafíos internacionales deben analizarse desde una perspectiva global, pues sus efectos trascienden las fronteras.
“Hoy más que nunca se requiere la alianza entre los hacedores, los decisores, los generadores de las normas del país y un actor central que pudiera ser como es la academia mexicana. Nosotros no somos gobierno, no podemos ejecutar, pero sí podemos pensar, podemos diseñar, podemos aportar y también podemos criticar desde nuestra trinchera las políticas públicas en México”, comentó.
A su vez, Jesúswaldo Martínez Soria, del Instituto Belisario Domínguez del Senado, enfatizó que las recientes modificaciones a la política arancelaria de Estados Unidos han redefinido el comercio internacional y las cadenas de valor, lo que exige una evaluación profunda de sus implicaciones para México.
“El espacio que hoy compartimos busca propiciar un análisis riguroso y plural sobre los desafíos estructurales y coyunturales a los que se enfrenta México con la economía más grande del planeta y evidentemente su impacto en el modelo de desarrollo propuesto o previsto desde el diseño de la Agenda 2030”, dijo.
El investigador subrayó que este diálogo pretende generar aportes técnicos y académicos que orienten futuras políticas públicas.
“Este diálogo trasciende el diagnóstico, el reconocimiento de la situación y busca, además, aportar elementos técnicos y académicos al debate público que puedan dar lugar a una serie de propuestas de política que sean viables para conducir o marcar un curso apropiado para el cumplimiento de las metas de la Agenda 2030”, añadió.
Como parte del foro, se formalizó la firma de un convenio de colaboración entre la Comisión para el Seguimiento a la Implementación de la Agenda 2030 y el Colegio de la Frontera Norte, con el propósito de transformar las propuestas académicas en iniciativas legislativas y políticas públicas orientadas al desarrollo sostenible.