Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió al llamado de exconsejeros y exmagistrados del Instituto Nacional Electoral (INE) que solicitaron abrir un “diálogo nacional, incluyente y técnico” sobre la inminente reforma electoral. Su respuesta: hacer una encuesta para conocer la opinión del pueblo, así como foros que coordinará Pablo Gómez.
“Queremos saber qué opina la ciudadanía. Vamos a hacer una encuesta para ver qué piensa la gente de las instituciones electorales, del INE, del Tribunal Electoral”, dijo Sheinbaum durante la conferencia mañanera. Aunque no ofreció detalles sobre quién levantaría la encuesta, cuál sería su metodología ni si sus resultados serían vinculantes, la declaración deja entrever el enfoque que adoptará su gobierno para abordar esta reforma de alto impacto institucional.
#MañaneraDelPueblo 📰 | Como parte de su propuesta para una reforma electoral, se llevará a cabo una encuesta ciudadana para conocer qué opinan sobre los plurinominales, de los recursos que se entregan a los partidos políticos, informó la presidenta Claudia Sheinbaum.
— Azucena Uresti (@azucenau) August 4, 2025
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La respuesta se da luego de que más de 20 exconsejeros y exmagistrados, entre ellos José Woldenberg, Leonardo Valdés y María Marván, publicaran una carta abierta exhortando a la presidenta electa a abrir un diálogo amplio y serio. En el documento, advierten que cualquier reforma en materia electoral debe construirse con alto consenso técnico, participación plural y sin poner en riesgo la autonomía de los órganos electorales, tal como se han levantado reformas electorales anteriores.
Un patrón repetido: encuestas y foros para legitimar decisiones
La reacción de Sheinbaum ha sido vista por analistas como una continuidad del estilo político que ha caracterizado al obradorismo: usar encuestas y consultas populares como mecanismo para legitimar decisiones previamente delineadas. El caso más reciente fue la reforma al Poder Judicial, impulsada tras una consulta nacional sin valor legal y con participación limitada, pero presentada como un mandato ciudadano.
En sexenios anteriores, la misma lógica fue aplicada con proyectos como el Tren Maya y el Proyecto Integral Morelos. En ambos casos, consultas organizadas por el propio gobierno sirvieron para justificar obras controvertidas, pese a la oposición de comunidades locales, ambientalistas y especialistas.
Reforma en puerta, incertidumbre en el horizonte
Hasta ahora, el equipo de Sheinbaum no ha presentado formalmente una iniciativa de reforma electoral, pero ella misma ha dicho que buscará “profundizar la democracia”. En paralelo, Morena, su partido, contará a partir de septiembre con mayoría calificada en el Congreso, lo que abre la puerta para modificar la Constitución sin necesidad de alianzas con la oposición.
Ante este escenario, los exconsejeros y exmagistrados advirtieron en su carta que una reforma de esta magnitud “no debe ser usada como un instrumento de poder”, sino como una oportunidad para fortalecer la democracia. El documento insiste en que la confianza pública en los procesos electorales se construye con reglas claras, instituciones imparciales y participación plural, no con decisiones unilaterales.
A unas semanas de la transición de gobierno, la polémica por la reforma electoral apenas comienza. La respuesta de Sheinbaum sugiere que, como ha ocurrido en otras decisiones de su movimiento, la ciudadanía será consultada… aunque el margen real para el disenso esté en duda.
🗳❌“La reforma electoral sería la última de las reformas con las que pasaríamos a un control y a un ejercicio autoritario de parte del Estado”, señala Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero del INE, sobre la propuesta de reforma electoral, destacando la creación de una comisión… pic.twitter.com/m6SzDilEeI
— Grupo Fórmula (@Radio_Formula) August 4, 2025