Después del anuncio del cierre de la planta Nissan en Morelos, ahora la gigante energética española Iberdrola ha oficializado su salida del negocio de generación eléctrica en México. Este 31 de julio, la empresa anunció la venta de 15 plantas eléctricas, junto con su cartera de proyectos y operación comercial en el país, por un total de 4,200 millones de dólares. El comprador es Cox Energy, compañía que en los próximos meses buscará activar nuevos proyectos bajo el marco regulatorio impulsado por el Gobierno mexicano.
¿Qué implica la venta?
La transacción incluye una capacidad instalada de 2,600 megavatios (MW), de los cuales 1,368 MW corresponden a centrales de ciclo combinado y cogeneración, y 1,232 MW a activos renovables, principalmente eólicos y solares. La operación también considera la venta de la actividad comercial de Iberdrola en México y los desarrollos en curso, que Cox podría activar más adelante, con pagos adicionales acordados en función del avance de esos proyectos.
El valor de la operación se calcula en 1.6 millones de dólares por cada megavatio en funcionamiento, y está sujeta todavía a la aprobación de los organismos reguladores.

Un adiós estratégico
La salida de Iberdrola responde a un cambio en su estrategia global. Con esta venta, la compañía fortalece su apuesta por las redes de transmisión y distribución eléctrica, especialmente en Estados Unidos y Reino Unido, donde invertirá 55,000 millones de euros en los próximos años a través de sus filiales Avangrid y ScottishPower. Esta decisión se suma a la reciente compra de Electricity North-West por parte de ScottishPower, en una operación de 5,000 millones de euros.
Además de la operación en México, Iberdrola ha realizado una ampliación de capital y cuenta con liquidez suficiente para sostener su plan de inversiones, con el objetivo de casi duplicar su base de activos regulados hasta los 90,000 millones de euros.
Iberdrola en México: dos décadas de presencia
Desde su llegada en 2001, Iberdrola fue uno de los principales jugadores privados en la generación de electricidad en México, especialmente tras la apertura del sector energético. Su portafolio incluía plantas de ciclo combinado y parques renovables distribuidos en varias regiones del país.
Con esta venta, se cierra un ciclo de más de dos décadas de operaciones en el país por parte de una de las mayores eléctricas del mundo. En 2024, Iberdrola reportó ingresos globales por 50,000 millones de euros y un beneficio neto de 5,600 millones, con una capitalización de mercado superior a los 100,000 millones.
La salida de Iberdrola deja el camino abierto para nuevos actores como Cox Energy, en un entorno donde el gobierno mexicano busca impulsar la generación eléctrica bajo esquemas que favorezcan una mayor participación nacional.