Opinión Por: David Olivo
Detrás de la sobrerrepresentación
El tema de la sobrerrepresentación de Morena y aliados no es un tema menor, ya que nos remontaría a la época más autoritaria y antidemocrática del PRI: cuando simulaban una democracia y la oposición existía nada más en el papel. El PRI dominaba en el Congreso, por lo que todas las iniciativas del Ejecutivo eran aprobadas sin problema, cosa que cambió por primera vez en 1997, cuando por primera vez el PRI perdió su mayoría en la Cámara.
En este 2024, Morena, como versión contemporánea del PRI, quiere hacer lo mismo, pero con caballos de Troya, tal y como sucedió en 2018. Digo caballos de Troya porque se unió a sus aliados PVEM y PT para contender en estas elecciones, pero ya que está prácticamente en las puertas del Congreso, quieren que el partido que ganó la mayor cantidad de distritos que es Morena, les regale sus victorias a sus aliados del PVEM y del PT para que obtengan más diputaciones plurinominales y así el oficialismo pueda hacer y deshacer a diestra y siniestra con sus aliados leales.
Y lo peor es que la ciudadanía no votó por ni por el PVEM ni por el PT como para que Morena alevosamente les esté regalando victorias y por ende curules. Además, la oposición ganó en total el 41.54% de la votación nacional emitida.
La coalición oficialista contendió en 260 de los 300 distritos electorales de mayoría relativa y en 40 Morena contendió por su parte. De los 300 distritos, Morena y aliados ganaron en total 258, de los que 219 fueron a través de la coalición y 39 de Morena por su parte. Si tomamos en cuenta esos resultados, estaríamos hablando de 258 diputados uninominales que equivalen al 52% de los 500 que conforman la Cámara de Diputados.
El problema empieza cuando de esos 219 distritos ganados por la coalición oficialista, se le adjudican 123 a Morena, 54 al PVEM y 42 al PT. En 213 distritos de mayoría relativa, el partido más votado fue Morena, pero únicamente están considerando 123 distritos ganados, y quiere repartir 90 de sus victorias para que los otros partidos tengan una representación en la Cámara de Diputados que la ciudadanía no les otorgó.
Por ejemplo, Morena le está regalando al PT el triunfo en 42 distritos, lo que equivale a una votación nacional del 5.8% y el 8.4% de la Cámara de Diputados. De igual forma, el PVEM solo fue el más votado de la coalición, pero con los regalos de Morena recibiría 48 y tendría ya 54 diputados de mayoría relativa. Esto equivaldría al 9% de la votación nacional y al 11% de la Cámara de Diputados. También se sobrerrepresenta gracias al trasvase.
El oficialismo busca que su porcentaje de votación, del 58.4%, se convierta en un 74.4% repartiendo sus triunfos a sus aliados y con ello obtener una sobrerrepresentación de más del 16%. Con ello también violan la voluntad ciudadana, ya que no están respetando los votos que la ciudadanía les dio.
En resumidas cuentas, están diciendo que tienen 162 diputados de mayoría relativa (39 ganados por sí y 123 de la coalición), que representan el 32% de la Cámara y pretenderá, pero regalando triunfos quieren obtener otros 85 plurinominales para llegar a 247 diputados en total: así la coalición oficialista sumaría 372 diputados, que equivalen al 74.4%.
Además de todo esto, recordemos que nuestra Carta Magna tiene un límite de sobrerrepresentación del 8% por partido, precisamente para evitar erosionar nuestro sistema democrático. En ninguna democracia ha sido ni es sano que un solo partido intente representar la voluntad popular, ya que ello concentra el poder y atenta contra el principio de división de poderes que le ha tomado siglos a las sociedades del mundo estatuir como mecanismo de justicia y progreso. Por el contrario, son la diversidad y el debate los que enriquecen a la vida pública, emanados de la oposición y contrapesos al poder.
Según el marco constitucional, lo correcto sería que Morena, como partido demócrata que dice ser, reconozca a nivel nacional el 43.6% y el límite de 8% de sobrerrepresentación que marca nuestra Carta Magna. Con ello tendría el 51.6% de los diputados, o sea, 258 y 5 plurinominales en vez de 85, como lo pretende hacer regalando triunfos.
La oposición reunió 25 millones de votos para los diputados. Las y los legisladores y líderes de Movimiento Ciudadano han exigido que se respete el mismo número de votos para quienes les corresponde. Regalar triunfos es lesionar no solamente a los actores políticos que sí fueron votados para ser representados, sino a la ciudadanía por la que dicen luchar a capa y espada.
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